Yo apreciaba y aprecio mucho a una persona, quien aparentemente no se da cuenta de que está absorbiendo cosas negativas de su entorno. Vive en una pecera al igual que muchas personas que caminamos como zombies en este planeta, sin rumbo fijo y dando vueltas en círculo.
Ojalá, por su bien, algún día despierte, abra los ojos y se dé cuenta que hay un mundo hermoso que está mas allá de ese círculo al cual pertenece. Hay personas que usan máscaras para encubir su verdadero yo y es una pena que personas así la rodeen y absorban parte de la paz y tranquilidad que transmite.
Lo importante es que cada uno de nosotros como esta persona, cuyo nombre guardaré en reserva, cambie desde adentro hacia afuera al igual que el resto de nosotros.
Las personas somos "buenas" imitando la personalidad de otros y es en ese momento que perdemos identidad, dejamos de ser nosotros mismos para convertirnos en lo que otros quieren que seamos. Esta persona es muy especial para mí, aunque no sé si lo seré para ella, pero le deseo lo mejor de corazón.
Esta pequeña reflexión va para todos aquellos, entre los cuales me incluyo, que piensan que vivimos felices porque vivimos rodeados de cosas como el dinero, trabajo, estudios, diversión en bares o discotecas, etc. La felicidad no radica en el mundo exterior que nos rodea o en eso que llamo pecera.
La felicidad está dentro de uno mismo, no en las cosas materiales. Probablemente suene dramático esto, pero es la única forma que puedo explicar la pena que siento por lo que pasa mi amiga y de lo cual aparentemente no es consciente. Deseo que sea feliz, pero no por otros, si no por sí misma.
Amiga, si me consideras tu amigo de verdad, por favor, escucha tu voz interior, no lo que te dicen otros que hagas, no imites, sé tu misma. Cultiva tu verdadera personalidad.
Somos seres imperfectos, pero toda eliminación de nuestros defectos empieza por un cambio interno.
Dios te bendiga
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